XXIV • A tí que me piensas ahora

Enciendo un cigarrillo y dejo mi alma vagar entre caprichosas volutas de humo azul. Pierdo la mirada justo donde ámbos me miran; yo mismo, a cuestas con mi destino, Migue conmigo, en el umbral de su adios. Con el abuelo Ramón de mudo testigo.

Y no dejo de sonreir, mientras se agolpan en mi mente los recuerdos. Pensando en tí, en todas las veces que has sido tú. En que, mucho o poco, pero siempre cuando menos lo esperaba, has formado parte de mí, de mi maravilloso mundo interior, de mi universo propio e inaccesible. Conseguiste meterte en mi cabeza, en mi alma, en mi corazón, de puntillas, atropelladamente, como yo soy, como necesito que tú seas, a galope tendido entre los valles de mi enigmática razón, a traves de las colinas de mis inextinguibles sentidos.

Para bien o para mal te he amado como sólo yo podía hacerlo, sin los límites de este taimado y artificioso mundo, sin el mezquino temor de los falaces mortales. Y si, ya sé que nunca fui correspondido a un amor que, por otra parte, se convirtió en una sinrazón para todas vosotras.

Pero no llegué hasta aquí para vivir una existencia mezquina, para hundir mi rostro en las tinieblas de lo efímero, para ocultar mis sentimientos tras la pusilánime máscara de la vulgar cobardía. La vida siempre fue para mí una aventura audaz... o nada.

Vuelvo a sonreir, con el cigarrillo consumido entre mis dedos, al recordaros a cada una de vosotras, que tanto me habéis dado, aunque jamás llegárais a ser conscientes de hacerlo. Sonrío imaginando vuestro semblante fascinado e incrédulo al descubir (algo del todo impensable) la asombrosa intensidad de mi amor por vosotras. No ha de haber sin embargo tristeza, no donde nunca hubo consciencia.

Tan sólo quería mostraros una ínfima parte de mi gratitud con estas sinceras palabras.

A tí que me piensas ahora.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez me has dicho "es de bien nacido ser agradecido..."
Y yo, "he dicho todo lo que he sido capaz desde mi corazón, en su totalidad..." y ya sabes que mis palabras fueron sinceras desde siempre, así como creo que son las tuyas.

Hoy te digo sé feliz, Angelito, y yo también trataré de serlo, a pesar de no creer hoy en los milagros.

Un beso desde mi nube en este día gris.

Anónimo dijo...

Me diste mucho, y yo. Y nos hizo muy bien. Más que bien.
Fue muy bello, nunca dejará de serlo. Gracias por todo lo que me diste hasta ahora.

No, no voy a olvidarlo.

Sigo de puntillas.

Ahora acepta un beso mío.

--buxi

Gabriela dijo...

Vengo a pedir.

Quiero que escribas sobre...

La ilusión.

(Todavía recuerdo las palabras de tu tía, mon dieu.)

El beso más grande,Jo.

Ángel dijo...

Ok Gab, de nuevo me harás escribir. Lo haré...

El lunes aquí a esta misma hora ;)

Besos.

Anónimo dijo...

Siempre dejan parte en nosotros, gracias a ellas llegamos a ser como somos y quienes somos, siempre aportan un poquito de su ser a nuestros ser... es la unión de dos cuerpos que aun rompiendose luego, siempre conservan un poquito la esencia del otro...

Ángel dijo...

Estoy de acuerdo contigo Nath, solo que ahora experimento otras sensaciones, cuando el amor de mi vida ha huido sin explicación alguna, dejándonos a todos a cuestas con nuestro dolor...

No es nada romántico, nada poético, nada que quiera ser recordado...

Agradezco mucho tu presencia.

Un abrazo muy grande.

Anónimo dijo...

Un beso grande de alguien que te piensa ahora...